Han dejado de publicar mi columna semanal en el periódico Correo, supuestamente por una "reestructuración" interna, cambio de imagen, etc., pero coincide esto con el inicio de la temporada electoral, seguro que es pura casualidad. Agustín Galo, el coordinador editorial del periódico, me habló para explicarme la situación y que en próximos meses se comunicaba para reiniciar mi colaboración con el periódico, lo cual dudo muchísimo que ocurra, tanto por ellos como por mí.
Incluso me parece que se habían tardado en censurarme, hice todo lo posible para conseguirlo y finalmente aconteció lo inevitable. Es un verdadero alivio ya no tener que fingir que me interesa la política y la sociedad, reencontrarme con el vagabundeo que tanto alaba Fadanelli, olvidarme de tanta pendejada estúpida pueblerina y concentrarme en lo que realmente me apasiona: divagar, perder el tiempo, tomar caminos que no llevan hacia ninguna parte.
Mi mediocridad es tan absoluta y mis aspiraciones tan limitadas, que me parece sorprendente que aun esto les parezca demasiado a mis congéneres y me lo echen en cara. Lo único que deseo es alejarme, serle fiel a mi profunda misantropía y vagabundear sin prisas por los callejones apestosos de la vida. Observar sin tener la obligación de hablar o dar mi opinión sobre cosas que ni siquiera entiendo (nadie lo hace, pero la mayoría tiene que fingir que sí).
He probado el periodismo y puedo decir, sin temor a equivocarme, que no me gusta en absoluto. Prefiero la libertad de escribir en privado, intentar con lo de siempre, aforismos, cuentos o novela, poco importa. Regresar, siempre regresar a lo básico.
En este deambular eterno, por recomendación de Ricardo Chico, mi casero, hoy fui a dar a la feria del libro que cada año se instala en el edificio de Relaciones Industriales de la UG. Ya no me despiertan la misma pasión que antes los libros, tengo que confesarlo. El otro día en Gandhi incluso salí con las manos vacías, cosa impensable hace algunos años. He leído buena parte de los libros que se exhiben en las estanterías, pero me faltan por leer mil veces más de los que he leído, así que no es en absoluto por erudición que haya perdido el interés en la literatura. Hoy por ejemplo sólo compré algunos libros infantiles para Sofía, mi pequeña hija, y un librito del Príncipe de Ligne editado por Sexto Piso; "Extravíos o mis ideas al vuelo" se llama. Pinta bien el asunto, sobre todo porque son frases sueltas, caóticas, dispersas.. el único tipo de literatura que soy capaz de tolerar por el momento.
Para llegar al centro de la ciudad me interné en lo profundo de los túneles Guanarranchales, escuchando un poco de música y tratando de olvidarme de todo cruzando por dentro esta ciudad que odio y amo simultáneamente (maldito Cuévano hijo de puta). Sirvió para evitar el calor y el viento huracanado que azota a la ciudad por estos días.. y para no verles la jeta a toda esa gama de seres deformes y bestiales que circulan por este pueblucho día tras día, fieles reflejos de mis más terribles pesadillas, retrasados mentales recién salidos del infierno. Así evité también al enjambre de politiquillos de mierda que en temporada electoral brotan como cucharachas, dejándose ver en cada rincón saludando de mano a los transeúntes, grandísimos cabrones.
La competencia agarra a mis clientes, rotulan los autos que antes nos llevaban a nosotros, lanzan nuevas ideas publicitarias y luchan por su pedacito de mercado los muy imbéciles; yo no doy pelea, quédense con todo, les regalo a mis clientes latosos y el "éxito" pueblerino. Para ser congruente con mi misantropía y mi más que arraigada aversión a la gente, he optado por otro tipo de alternativas mucho más eficientes para sobrevivir. Por ejemplo volar, vender pendejada y media por Internet o el mismísimo Forex.
A chingar a su madre todos, lameculos pusilánimes.. ¿ustedes creen que podría escribir esto, que es lo que realmente pienso y siento, en un periodicucho aburrido y vendido como Correo? Me han quitado un gran peso de encima.. en verdad que es un alivio.
miércoles, 1 de abril de 2009
Es un alivio..
Etiquetas:
alivio,
censura,
Correo,
Cuévano,
divagar,
Fadanelli,
misantropía,
periodicucho,
vagabundeo
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)